Cuando se trata de ampliar las comunidades en línea, el CEO de Platzi, Freddy Vega, cree que la tecnología educativa puede tomar algunas notas de la industria de los videojuegos.
League of Legends, por ejemplo, no requiere que los jugadores acudan a su universo artístico en un momento y lugar determinados, sino que permite que los jugadores se conecten de forma natural con otros que están aprendiendo y jugando al videojuego al mismo tiempo. Vega, junto con su cofundador Christian Van Der Henst, está construyendo Platzi, una escuela en línea para profesionales latinoamericanos, con un espíritu similar, ofreciendo material pregrabado, sesiones semanales de aprendizaje en vivo y la opción de aprender con otros estudiantes que están en línea al mismo tiempo.
«Estamos creando una generación de personas traumatizadas por el aprendizaje en línea porque piensan que es un aprendizaje basado en Zoom y cohortes, en el que tienes que estar aprendiendo al mismo tiempo y en el mismo momento», dijo Vega. «El aprendizaje basado en cohortes no se basa en nada, y sólo es conveniente para los modelos de negocio».
Se trata de una opinión muy interesante, teniendo en cuenta que los modelos de aprendizaje basados en cohortes parecen estar arrasando en la tecnología educativa. Aun así, la visión de Vega de una educación más flexible y básica ha resonado en una serie de inversores. Platzi ha anunciado hoy el cierre de una serie B de 62 millones de dólares, liderada por Prosus con la participación de Foundation Capital, Y Combinator, 500 Startups, FJ Labs, FundersClub y otros.
Con el nuevo capital, Platzi dice que va a invertir más en contenido fresco y construir su oferta empresarial, que ayuda a otras startups a medir y analizar el trabajo del equipo en la plataforma. Tal vez lo más importante es que planea ampliar su oferta educativa para ayudar a más jóvenes profesionales, incluidos los estudiantes de secundaria, a conseguir trabajo en las empresas tecnológicas más importantes de América Latina.
Las clases más populares en Platzi ahora mismo son las de desarrollo web, publicidad y marketing. La startup también creó una escuela de habilidades blandas y, aunque no es obligatorio, más del 60% de los estudiantes que toman un curso técnico lo combinan con un curso sobre cómo comunicarse efectivamente o manejar el trabajo en equipo en profundidad.
«La idea es que América Latina en los próximos 10 años perderá su principal fuente de ingresos, que es el petróleo y el carbón», dijo Vega. «Tenemos economías que se basan en los recursos naturales».
La demanda dentro del trabajo de los jóvenes profesionales de América Latina es una de las razones por las que Vega cree que puede abordar algunas preocupaciones sobre un cambio más amplio de las mareas en el mundo de los bootcamps; Lambda School recientemente cambió de marca y modificó su modelo de negocio en busca de la sostenibilidad, mientras que Flockjay despidió a varios miembros del personal y pivotó hacia un modelo B2B SaaS. Más de 2,5 millones de estudiantes han utilizado Platzi hasta la fecha.
A partir de ahora, alrededor del 60% de los estudiantes de Platzi gastan 300 dólares al año para acceder a los cursos, que es la misma cantidad de dinero (o menos) que el 50% de los estudiantes ganan al mes por graduación. Aunque es probable que los salarios aumenten con el tiempo, el cofundador quiere que esta métrica cambie.
«Tuvieron que sacrificar un mes de salario para poder pagar Platzi», dijo. «Sé que puedo hacerlo más barato en los próximos dos años».
Fuente: Techcrunch
